Manifiesto



Desde los años setenta, somos muchos los agentes implicados en la puesta en marcha de espacios de creación independiente dedicados a las Artes Visuales: artistas, críticos, comisarios, investigadores, gestores, editores y son también muchas y variadas sus actividades públicas. Exposiciones de arte contemporáneo; organización de conferencias, lecturas o mesas redondas, jornadas de debate, pensamiento y reflexión; puesta en marcha de residencias artísticas, archivos, proyectos editoriales y educativos, entre otras acciones, donde entregamos nuestra creatividad y trabajo para el disfrute y crecimiento artístico y cultural de la sociedad, lo cual repercute directamente en un acervo material e inmaterial que produce en última instancia un ecosistema que genera bienestar al conjunto de la ciudadanía. De ahí su función social.

La incidencia del sector de las Artes Visuales en el PIB de nuestro país, publicado en el BOE, en el año 2017 (último ejercicio del que se ha publicado este estudio) muestra que la aportación del sector cultural al Producto Interior Bruto (PIB) español se cifró en el 2,4%, situándose en el 3,2% considerando el conjunto de actividades económicas vinculadas con la propiedad intelectual. Por sectores culturales, destaca el sector de Libros y Prensa, que representa el 31,5% en el conjunto de actividades culturales. Le siguen, por orden de importancia, el sector Audiovisual y Multimedia (28,7%), que incluye entre otras las actividades de cine, vídeo, videojuegos, música grabada o televisión. Entre los restantes sectores destacan Artes Plásticas (14,8 %), Artes Escénicas (9,8%) y Patrimonio, archivos y bibliotecas (8,6%). En el conjunto de actividades vinculadas con la propiedad intelectual, el 60,9% se corresponde con el ámbito cultural y el 39,1% restante a publicidad e informática, cuyo alcance queda restringido a aquellas actividades que tengan vinculación con la propiedad intelectual.

Estos resultados ponen de manifiesto el significativo peso de las actividades vinculadas con las Artes Plásticas y Visuales dentro de todo el conjunto, sólo superada por el sector del Libro y prensa y por “cine, vídeo, videojuegos, música grabada o televisión” que han de ser agrupadas como un único sector, para tener mayor peso en su incidencia dentro del ámbito de la cultura frente a las Artes Plásticas. Pese a la importancia de nuestro sector en términos macroeconómicos, un parámetro que entendemos es de vital importancia frente a la toma de decisiones desde las instituciones públicas, las sucesivas administraciones han dedicado una débil atención a nuestro sector provocando enormes agravios comparativos en materia de ayudas y subvenciones para todos aquellos quienes nos dedicamos profesionalmente, de forma individual o a través de colectivos, asociaciones, organizaciones, empresas y espacios independientes a las Artes Plásticas y las Artes Visuales.

Somos conscientes de que la representación minoritaria que tiene el sector de las Artes Visuales hace que, dentro de las prioridades políticas, nuestros intereses y preocupaciones sean menos atendidos que los de otros sectores, más aún cuando se trata de organizaciones y espacios híbridos, experimentales y gestionados de forma independiente, pese a que en muchos casos nuestra labor sostiene y favorece lenguajes y actividades que las instituciones públicas no atienden. por otro lado el sector independiente genera desde siempre redes de apoyo y difusión que facilita en muchos casos la internacionalización de artistas y posibilita la interacción entre lo privado y lo público con mayor celeridad y con apenas recursos, poniendo en evidencia la mala praxis y el exceso burocrático e inmovilista de las administraciones públicas.

Más allá de las líneas de apoyo que sustentan los grandes museos y centros de arte públicos, el sector de las Artes Plásticas y Visuales se encuentra desde los años 90 en un sistemático proceso de abandono y exclusión por parte de las administraciones y los políticos. Quizá sea necesario realizar una autocrítica y repensar ciertas estrategias de conexión con los públicos, pero es también cierto que sin el adecuado tratamiento y apoyo por parte de las instituciones y administraciones es más difícil que nuestra sociedad se sienta interesada por el mismo. Por ello, creemos que este es el momento de dar un paso adelante y de revertir esta situación poniendo en marcha acciones concretas que pudieran incorporarse, incluso, en un plan estratégico.

En este contexto, se constituye La Plataforma de Espacios Independientes de Creación Contemporánea con el objetivo de dar voz y visibilizar las necesidades y potencialidades de los espacios de creación independientes, para tratar, organizar y proponer todo tipo de actos informativos, formativos y reivindicativos.


Misión



Los objetivos principales de la plataforma son:

  • Poner en valor y visibilizar del rol de estos espacios en el entramado cultural como agentes dinamizadores, activadores y facilitadores a favor del arte y la cultura.

  • Mejorar las condiciones profesionales de los implicados en su desarrollo.

  • Ejercer una interlocución directa con las diferentes administraciones, formando parte de las mesas sectoriales y consejos de cultura con el objetivo de participar en la definición de las políticas culturales y los planes estratégicos de cultura de nuestro entorno.

  • Participar en el diseño de los programas de ayudas públicas específicas para el sector que incluya las ayudas a la creación y producción pero también al sostenimiento y mejora de los espacios de estas características.

  • Establecer alianzas con otras redes culturales nacionales e internacionales, ampliando el alcance de la plataforma y su impacto.